ORAR ES…

  •  Orar no es «pensar» en Dios. Sólo eso no basta.
  • Orar es conversar con Dios como se conversa con una persona a la que le tengo mucha confianza: le cuento mis asuntos íntimos, lo que sufro y lo que me alegra, y sé que no va a ir con el chisme a nadie.
  • Orar es tratar a Dios como amigo íntimo («como un amigo habla con otro amigo»), como algo muy natural, nada complicado, ni forzado, pero muy importante, indispensable en nuestra vida…
  • Orar es algo muy humano… Por eso no oran mejor los que más saben, sino los que más sienten: «Te doy gracias, Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y se les has mostrado a los pequeños» (Lc 10,21).
  • Muchas veces, en nuestra preocupación por hacer oración, nos preguntamos si hay algún libro bueno para eso, algún método  fácil para orar, y la verdad es que la raíz de la oración está en uno mismo: la mejor fuente, el mejor pozo, lo tenemos en nuestro corazón.
  • Orar es dejar a Dios que nos haga descubrir la necesidad que tenemos de él y sentir el amor que nos tiene.
  • Orar es sentirse hijo de Dios.  Sentirse en los brazos de un Padre  tan bueno y misericordioso.
  • Orar es ir dejándose llenar de los sentimientos de Jesúspensar como pensaba Jesús, sentir como sentía él, querer lo que quería Jesús, amarcomo amaba él, hablar de lo que él hablaba, actuar como actuaba él…
  • Orar es vivir; no es «soñar»,  sino salir del «sueño» en que vivimos. Orar es despertar, es vivir la vida, la que vivimos… la que Dios quiere que vivamos… La oración que nos saca y hace huir de la vida, la que nos hace dormir y estar tranquilos… no es oración. Eso no es vivir, sino dormir y soñar…
  • La oración hay que vivirla, como la amistad. Es decir, hay que vivir el encuentro con Dios. Una cosa es soñar en un río y otra cosa es disfrutar del río metiéndose dentro de él… Una cosa es saber hacer chipa y otra cosa muy diferente es comerla…! La sed se quita bebiendo agua y no «pensando» en una fuente de agua fresca…!

(Resumen de Ignacio Hualde sj)